Esta cirugía, al igual que otras muchas, se puede realizar en el campo tomando las precauciones adecuadas, mediante una anestesia intravenosa, como podemos comprobar en las imágenes.

El éxito de la intervención aumenta mucho mientras antes tratemos el problema, puesto que a medida que pasa el tiempo el líquido que se ha acumulado empieza a organizarse y la cápsula en la que se aloja a engrosarse, teniendo que ser más agresivos durante la cirugía. Es más, muchas veces cuando cogemos el problema en su inicio, no es necesaria la intervención quirúrgica mediante anestesia general, sino que se puede solucionar colocando un drenaje.

Antes de la cirugía

Esta cirugía se realiza para intentar resolver una patología bastante común que afecta a nuestros équidos conocida como Arpeo, popularmente el caballo “se quema” y que consiste en una hiperflexión involuntaria de la extremidad/es posterior/es. El origen de la misma es desconocido, se puede producir por una intoxicación al ingerir una planta, pero ésta en España no existe, por lo que podemos concluir que esta enfermedad en nuestros caballos tiene un origen idiopático.

Estas imágenes están tomadas durante la cirugía denominada miotenectomía del extensor digital lateral en condiciones de campo.

La cirugía consiste en extirpar el tendón y parte del vientre muscular del músculo extensor digital lateral.

El pronóstico de esta intervención en bastante bueno en la mayoría de los casos, pudiendo desaparecer esta hiperflexión de inmediato o varias semanas post-cirugía.

Después de dos lavados Después de tres lavados

Este es un caso de un caballo que quedó enganchado en una alambrada, se encontraba suelto en el campo y cuando el propietario lo vió ya existía este problema de cicatrización denominado Queloide o Tejido de Granulación Exuberante.

Este problema es bastante frecuente en caballos con heridas principalmente distales al Carpo y al Tarso (aunque puede ocurrir en cualquier zona), debido a la elevada tensión que soportan los bordes de la herida, crece este tejido de granulación, que al sobrepasar el nivel de la piel, impide que ésta cierre con normalidad.

Es por ello que las heridas deben tratarse correctamente desde el inicio y no esperar a que éstas se compliquen para ponerse en contacto con su veterinario, pues el pronóstico mejorará considerablemente y la cicatriz que quede será mucho más estética.

Ante esta situación tenemos dos opciones:

1- principalmente, un tratamiento conservador (mediante unas curas unidas a diferentes pomadas)

2- o bien la extirpación quirúrgica del Queloide unida a un buen manejo post-quirúrgico (si realizamos la operación y no llevamos a cabo este buen manejo post-quirúrgico, es bastante probable que el Tejido de Granulación Exuberante vuelva a aparecer).

La elección del tratamiento depende de cada caso, en este, nos pareció que la segunda opción era la correcta y así lo hicimos.

Como vemos en las imágenes, pasada una semana de la cirugía, el aspecto de la herida es bastante bueno, no existiendo este tejido de granulación que sobrepasaba el nivel de los bordes de la herida y ésta cerró sin mayor problema.